San Ignacio de Moxos, ubicado en la región amazónica de Bolivia, es conocido por su rica biodiversidad y su legado cultural. Este pueblo histórico es reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, destacándose por su arquitectura barroca y su herencia jesuita.
Además, San Ignacio de Moxos alberga áreas naturales protegidas de gran valor ecológico, contribuyendo al patrimonio natural mundial como parte de la Convención Ramsar.
Sus humedales y bosques amazónicos no solo son refugio de una diversidad extraordinaria de flora y fauna, sino que también desempeñan un papel crucial en la regulación del clima y la conservación de recursos hídricos.
Este conjunto de valores culturales y naturales hacen de San Ignacio de Moxos un destino único que fusiona historia, naturaleza y conservación.
Misiones jesuitas y el sitio Ramsar de San Ignacio de Moxos, ubicado en el corazón de la Amazonía boliviana, atrae a los viajeros con su rico patrimonio cultural y esplendor natural.
Esta pintoresca ciudad, fundada por misioneros jesuitas en el siglo XVII, presume de una cautivadora mezcla de tradiciones indígenas y encanto colonial. Los visitantes pueden pasear por las calles, admirando la arquitectura bien conservada de su iglesia.
La plaza principal de la ciudad, Plaza 24 de Septiembre, sirve como punto focal para reuniones y festividades locales, ofreciendo un vistazo a la vibrante vida cultural de San Ignacio de Moxos. Rodeando la ciudad, exuberantes selvas tropicales rebosan de biodiversidad, invitando a los aventureros a explorar sus senderos serpenteantes y cursos de agua prístinos.
Los amantes de la naturaleza pueden embarcarse en excursiones para observar la vida silvestre, avistando especies exóticas de aves, monos y otras criaturas amazónicas en su hábitat natural. Además, esta en la ruta al Parque Nacional Madidi y a la Reserva de la Biosfera Pilon Lajas, tambien esta en la ruta al increible parque Nacional Tipnis Isidoro Secure por lo que esta mision jesuita que fue fundada antes de las de Chiquitos y siendo la unica mision de Moxos reconstruida significa un punto pontencial para el turismo cultural y sobretodo de observacion de animales y aves silvestres en su habitat natural. Asi es que su ubicacion de San Ignacio de Moxos lo convierte en un destino cautivador para los viajeros que buscan sumergirse en la parte mas pristina y maravillasa de la Amazonía a nivel de Bolivia y a nivel mundial.
En San Ignacio de Moxos, la Ichapekene Piesta es una festividad sincrética que reinterpreta el mito fundacional moxeño de la victoria jesuítica de San Ignacio de Loyola, asociándolo a las creencias y tradiciones indígenas.
Los festejos dan comienzo en el mes de mayo con fuegos artificiales, cantos y alabanzas, y prosiguen en el mes de junio con celebraciones de misas diurnas y nocturnas, velatorios, donaciones de limosnas y banquetes.
La principal representación de la victoria de San Ignacio consiste en una representación escénica en la que doce guerreros solares con tocados de plumas espectaculares combaten a los guardianes de la Santa Bandera –“señores” primigenios de los bosques y las aguas– antes de acabar convirtiéndolos al cristianismo.
Estos rituales constituyen un acto de fe y renovación constante que permiten a los moxeños renacer al cristianismo en presencia de sus espíritus ancestrales. En la procesión principal participan 48 grupos disfrazados con máscaras de antepasados y animales que destacan la importancia otorgada al respeto de la naturaleza.
Estos grupos festivos gastan bromas y bailan al son de la música barroca de las misiones jesuíticas hasta que, en torno de la medianoche, hacen surgir de sus sombreros bengalas y petardos que simbolizan el don de la luz y la clarividencia para vivir en armonía con la biodiversidad.
San Ignacio de Moxos se encuentra en la provincia de Moxos, en el departamento de Beni. Está a 90 kilómetros al oeste de Trinidad, la capital del departamento de Beni.
La fundación de San Ignacio De Moxos fue realizada por los sacerdotes jesuitas Antonio Orellana, Juan de Espejo y Álvaro de Mendoza el 1 de noviembre de 1689. San Ignacio de Moxos ha sido testigo del encuentro de dos culturas diferentes: la de los pueblos moxeños que habitaban estos lugares y los misioneros que asumieron el desafío de llegar a estos paradisíacos territorios amazónicos y fundar la tercera de las misiones jesuíticas que se erigieron en Beni, obligando a desaparecer gran parte de la cultura original de las tribus locales en lo que hoy se conoce como Moxos, Bolivia.
Cultura
El patrimonio cultural se completa con sus festividades, que son un reflejo del sincretismo cultural, como la Ichapekene Piesta Inasianuana que se celebra todos los años de julio a agosto. La fiesta Ichapekene Piesta fue declarada Patrimonio Cultural del Estado Plurinacional de Bolivia y también reconocida por la Unesco, que la incluyó en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Es una manifestación sincrética que reinterpreta el mito fundacional de la victoria jesuita de San Ignacio de Loyola, asociándolo con creencias y tradiciones indígenas.
San Ignacio de Moxos fue también la «Capital Espiritual de las Misiones Sudamericanas», debido a la fuerte presencia evangelizadora jesuita en la región.
Arte Barroco
Iniciadores del arte barroco, expresado principalmente en música, así como en pintura y arquitectura, matizado por la cultura local. Destaca por tener más de 8,000 partituras de música barroca de la era de la invasión española, que algunos nativos conservaron celosamente y que hoy, grupos como el Ensemble Moxos interpretan en festivales dentro y fuera del país.
La cumbre del Festival Ichapekene Piesta comienza el 30 de julio, el día anterior que recuerda la muerte y ascensión de San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, y termina el 2 de agosto. Durante estos días, los grupos compuestos por músicos y bailarines danzan luciendo sus trajes típicos multicolores que representan la cosmovisión moxeña. Al son de melodías nativas o taquiraris. Este evento cultural, religioso y espiritual muestra la cultura mayoritariamente impuesta por los jesuitas.
Los Llanos de Moxos fueron el escenario de muchas sociedades precolombinas complejas, muchas de las cuales construyeron obras agrícolas como campos elevados, calzadas, canales y montículos. Estas obras fueron construidas y utilizadas desde aproximadamente el 1100 a.C. hasta alrededor del 1450 d.C., según se puede inferir a partir de restos arqueológicos que no se conservan bien en los trópicos. Las obras de tierra superan en tamaño a las pirámides de Giza y suscitan especulaciones similares sobre los medios mediante los cuales fueron construidas. Los pueblos prehispánicos fabricaban cerámica decorada, tejían tela de algodón y, en algunos lugares, enterraban a sus muertos en grandes urnas.
Se ha identificado una franja de sabana de 50,000 kilómetros cuadrados como teniendo campos elevados que se utilizaron para la agricultura desde aproximadamente el 1100 a.C. hasta el 1450 d.C.
Aunque los europeos llegaron a América a finales del siglo XV, no llegaron a establecerse en los Llanos de Moxos hasta finales del siglo XVII. Las misiones establecidas por misioneros jesuitas en los siglos XVII y XVIII se convirtieron en muchas de las ciudades modernas de la región.
Desde la década de 1950, la ganadería se ha convertido en la forma más importante de agricultura, y las fincas dominan el paisaje.
En San Ignacio de Moxos el sitio Ramsar es un sitio de humedales designado como de importancia internacional bajo la Convención Ramsar. La Convención sobre los Humedales, conocida como la Convención Ramsar, es un tratado ambiental intergubernamental establecido en 1971 por la UNESCO, que entró en vigor en 1975. Proporciona acciones nacionales y cooperación internacional en lo que respecta a la conservación de los humedales y el uso sostenible de sus recursos.
Ramsar identifica humedales de importancia internacional, especialmente aquellos que brindan hábitat para aves acuáticas.
Hasta el año 2016, había 2,231 sitios Ramsar, protegiendo 214,936,005 hectáreas (531,118,440 acres), y 169 gobiernos nacionales están participando actualmente.
Información de la Base de Datos de Wikipedia
Los sitios Ramsar más grandes se encuentran en Moxos, Bolivia.